martes, octubre 29, 2013

Phubbing: Todos hemos sido víctimas o victimarios

El nacimiento de un nuevo medio trae consigo nuevas cuestiones, preguntas, situaciones, formas de hacer las cosas. Y como muchas cosas, trae consigo nuevos problemas. En alguna clase de historia de los medios, discutíamos a grandes rasgos la complejidad que un nuevo medio de comunicación trae consigo; no solo a nivel "comunicación" sino cómo afecta y cambia la sociedad donde se institucionaliza.

No recuerdo si era broma o no, pero puedo claramente imaginar los primeros años del teléfono cuando apareció en la sociedad. Seguramente hubo cierto rechazo, en un principio; no puedo alcanzar a imaginar la impresión que debió haber generado escuchar la voz, a través de un aparato, de una persona que estaba lejos. Y seguro después de pasada la novedad, hubieron muchas cosas que tardaron en caer en su lugar ¿se puede decir una mentira por teléfono? ¿una grosería dicha por teléfono es igual de válida que una dicha en persona? ¿es de mala educación colgar sin decir adiós? etc., etc. Hasta llegar a institucionalizaciones hoy sabidas por todos, como el "bueno".

Dato extra: el "bueeeeno" solo se dice en México y se dice porque al principio las conexiones eran muy malas y era para asegurar que se escuchaba bien; como "ok, te escucho... procede" y se quedó institucionalizado. (dato cortesía de @guerreroclaudia)

Hoy eso nos puede parecer broma, pero seguramente el medio tardó en ser aceptado y adoptado por toda la sociedad. Los nuevos medios han ido llegando con más velocidad en los últimos años. La telefonía móvil ha evolucionado impresionantemente rápido. Recuerdo haberme comprado mi primer celular cuando entré a la preparatoria, éste solo recibía y mandaba mensajes y llamadas, me daba la hora, tenía calculadora, el juego de la víbora, alarma y si acaso linterna. Ahora ¿qué más se puede hacer con un celular?

El caso es que es un nuevo medio que está incidiendo en la manera en que vivimos. ¿Qué hacían nuestras manos antes de tener un celular qué sostener? ¿qué hacía nuestra mente en una plática antes de tener un celular qué atender? "No se sabe" o quizás queremos creer que todo era maravilloso (cuando seguramente solo son nuevas maneras de externar viejos problemas)

Últimamente, hay un reclamo generalizado (o quizás de ciertas generaciones para arriba) de "lo que las nuevas tecnologías están haciéndole a nuestra sociedad", "no puedo creer que todos en la mesa estén con su aparato", "las nuevas generaciones no saben lo que es hablar cara a cara". Y aunque todo esto tiene un poco de verdad, creo que lo que está pasando es que justo estamos llegando a ese tiempo de ajuste, y las reglas de educación, de cuando se puede o no se puede estar en ese mundo virtual, están cayendo en su lugar.

Aquí un video, que a pesar de ser extremoso... encierra una triste verdad:


Pero ¿porqué pasa esto? ¿cómo se llama? ¿podemos evitarlo?

Estuve investigando y pensando ampliamente sobre el tema; parece ser que algo nos ocurre cuando estamos "conectados" a ese mundo virtual. Yo he experimentado infinidad de veces, esa sensación de compañía, por el simple hecho de estar a un lado de mi computadora. Y digamos que no está mal, es un hecho que nos conecta con personas que están lejos. El problema creo que se da cuando preferimos esa conexión virtual a conectarnos con la persona que está frente a nosotros, y con los maravillosos teléfonos que tenemos ahora, esta posibilidad está en nuestro bolsillo todo el tiempo.

¿Qué pasa cuando nos desconectamos? Resulta que podemos experimentar el "FoMO" (Fear of Missing Out) que en español sería algo así como MaPA (Miedo a Perderse de Algo).

FoMo es descrito en wikipedia como "una forma de ansiedad social, una preocupación compulsiva de que nos podríamos estar perdiendo una oportunidad de interacción social. Es asociado normalmente con los teléfonos y las redes sociales. Se dice que esta condición es más común en las personas con necesidades psicológicas insatisfechas cómo querer ser amado y respetado."

Nuestra necesidad de estar conectados apela a nuestro ser social, al deseo de pertenecer y al miedo de ser excluido. Pero ¿qué paradójico no? Por no ser excluidos, excluimos. Por no perdernos una oportunidad de interacción social, nos perdemos la posiblidad de apreciar al 100% a la persona que tenemos delante. En lugar de estar y disfrutar la interacción en vivo y en directo, hacemos phubbing.

Phubbing es una palabra de reciente creación, que tiene una historia muy particular. Fue creada por la agencia de publicidad MacCann y fue aceptada globalmente porque llegó en el momento en el que el mundo la necesitaba. A continuación pueden apreciar el proceso de creación de la palabreja esta:


Phubbing: (v) the act of snubbing in a social setting by looking at your phone instead of paying attention.
Está creada juntando la palabra phone (teléfono) con snubbing (desairar, repulsar).
Aún no hay traducción en español. Podría ser despreciar.
El acto de desairar en un contexto social, mirando a tu teléfono en lugar de poner atención.

Y es que si nos vamos a lo más profundo de las palabras, desairar es: humillar, desatender a alguien, o desestimar algo. Y, en los casos más cotidianos, desestimamos la presencia de, nada menos que, una persona y el especial tiempo que ésta puede ofrecernos a nosotros.
Por el miedo de no ser reconocidos, escuchados, tomados en cuenta en el círculo virtual; no reconocemos, ni escuchamos, ni tomamos en cuenta a la persona que tenemos enfrente.

¿Podemos evitarlo?
Más que un escrito para condenar a aquellos que hacen phubbing (yo afortunada o desgraciadamente no tengo un teléfono inteligente y supongo que por eso puedo hablar de esto con tanta naturalidad); me parece más importante expresar que esto es una gran oportunidad, no una insalvable desgracia; para establecer límites conscientes de qué tanto nos gusta tener una vida activa en la virtualidad y desatendida en la presencia.

El medio aún está en tiempo de ajustes, los "códigos de conducta" aun no están al 100% establecidos; pero lo estarán en el momento en que cada uno de nosotros decida establecer reglas, límites, consensuados o no, al uso de las tecnologías que nos rodean. Yo no creo que estemos en el límite de la civilización, simplemente frente a la oportunidad de tomar conscientemente decisiones, que nos afecten en un futuro. Si prefieres un "like" a un abrazo; o un "visto" frente a una mirada de reconocimiento, allá tú. Sólo no te juntes con las personas reales que te rodean; y dedícate tiempo completo a formar tu identidad en línea.

Sin embargo, si decides seguir haciendo apariciones en la vida real, entérate, ¡el phubbing es de mala educación!
Aquí una campaña para parar este fenómeno: stopphubbing.com ¡únete!

Pero, por favor, más allá de otorgar un "me gusta" a una buena causa. Establece reglas y límites en tus comportamientos diarios. El phubbing y la "perdida de comunicación en vivo", se evitará en la medida en que estemos dispuestos a que se evite.

Aquí 7 reglas para evitar que el celular domine su vida.
Y aquí otro texto que habla de esta grosería.

A mi me gusta la idea de los retos y las preguntas.
¿has sido victima del phubbing? (platicanos tu experiencia)
¿cuánto tiempo aguantarías sin conectarte a internet?
¿qué sensaciones experimentas?
¿qué tan dispuesto estás para conectarte CONTIGO MISMO(A)?
¿cómo puedes ayudar a tus amigos "Phobberos"?
¿qué retos se pueden poner entre ustedes?

Si quieres, comparte...